El multiculturalismo de la danza del vientre

 

            La occidentalización de la danza del vientre demuestra un imperialismo cultural de Oriente. Después de los ataques del 11 de septiembre, Occidente ha desarrollado la promoción de un discurso negativo hacia Oriente. Occidente ve los hombres árabes un pueblo incivilizado, violente y fanático mientras las mujeres están consideradas reprimidas y en necesidad de salvación por Occidente. Históricamente, las imágenes de musulmanes y árabes en Occidente demuestran un choque de civilizaciones y antítesis contra la identidad nacional estadunidense. Este discurso ayuda a legitimar la expansión y los proyectos imperialistas en el oriente próximo. Sin embargo, Occidente sigue a popularizar algunas costumbres “exóticos” del oriente, como la danza del vientre, lo que admiren por su sensualidad y feminidad. Para las mujeres americanas hoy en día, la danza del vientre presenta una expresión de su feminidad con una visión multicultural y liberal. Para orientalistas, danza del vientre ha sido una forma de presentar una perspectiva liberal de las mujeres árabes y musulmanes, un feminismo de la nueva edad que Edward Said llama “neo-orientalismo”. A través de la danza oriental, Occidente sigue a dominar Oriente en imaginar, reestructurar y producir una idea especifico de lo que representa Oriente.

            Aunque Occidente ha aceptado la danza del vientre, también lo ha transformado por su propio interés. Por ejemplo, Occidente comercializa la danza oriental en películas de Hollywood como What Lola Wants, sobre una bailarina americana que está enamorada de la sensualidad de la danza del vientre. Efectivamente, se va a Egipto para aprenderlo y ser una maestra. Además, cuando la cantante colombiana y libanesa Shakira ganó fama, la danza del vientre ha sido multicultural entre hispanos. Por lo demás, Occidente también ha creado nuevas subculturas de la danza, como “American tribal stlye”, un nuevo estilo que empezó en San Francisco. El multiculturalismo del estilo “tribal” en los estados unidos no solo recreó la feminidad de la danza del vientre a través de fantasías del Oriente, pero también creo oportunidades de capitalizar la costumbre. Como resultado, bastantes negocios de ropas y otros recursos exóticos han abierto. Esta reinvención de la feminidad americana a través de las fantasías del Oriente y la globalización del labor, capital y mercancía cuestiona la intención de Occidente en la recreación de la danza del vientre.

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