La alternativa de la restauración monárquica en el laberinto libio

Dentro del complicado panorama político libio actual, varios grupos se disputan la legitimidad del estado y las instituciones. De este modo, a los dos parlamentos que se reivindican como legítimos se les superpone un Consejo Presidencial avalado por la ONU. Hay además otras propuestas de diferentes proyectos para la organización del estado libio. De esta manera, hay grupos partidarios de la vuelta al poder del descendientes de Gadafi, federalistas, partidarios de una figura de fuerte autoridad, como Jalifa Hafter, islamistas de diversas corrientes y monárquicos.


La monarquía fue el primer sistema político que tuvo Libia tras la descolonización, que además fue la primera experiencia política de una Libia totalmente independiente. Entre 24  1951 y 1969 gobernó el un rey puesto en el poder a instancias del Reino Unido; Muhammad Idris Ibn Muhammad al-Mahdi al-Sanusi. A la monarquía le puso fin un golpe de estado que tuvo lugar mientras el rey estaba en Turquía. El rey fue depuesto por un golpe de estado que acabó elevando al poder a Moammar Gadafi.




El rey Idris falleció en 1983 en el exilio en El Cairo y la alternativa monárquica no pareció plantearse seriamente hasta la revolución de 2011. Entonces, la opción dinástica para la jefatura del estado en Libia volvió a estar sobre la mesa, a pesar de la falta de tradición monárquica y de la juventud de los libios, se pudieron ver símbolos monárquicos en las protestas anti Gadafi, especialmente en Cirenaica .



En cuanto a los símbolos monárquicos, la bandera que sustituyó a la bandera verde de 1977 del régimen gadafista fue la tricolor del periodo monárquico. La bandera fue diseñada por Omar Fayek Shenib e instaurada el 24 de diciembre 1951 por el rey junto con otros símbolos monárquicos. 



En la bandera tricolor se representan los colores de banderas anteriores de cada una de las regiones históricas de Libia: Cirenaica (negro), Fezzan (rojo) y Tripolitania). A este ánimo de volver a 1951 en el plano simbólico no se le unió de manera unánime la vuelta a la monarquía. 





Bandera de la región francesa de Fezzan
Bandera de la región otomana de Tripolitania
Bandera del Emirato de Cirenaica



La frustración por la falta de salida a la crisis podría incrementar las opciones de un líder 
en torno al cual agruparse, sin embargo, algunos de los partidarios de una figura fuerte que controle el país parecen haberse decantado por Jalifa Hafter. El 31 de octubre de 2017 tuvo lugar en la ciudad de Garyan una reunión de partidarios de la restauración de la dinastía Sanusi. A la reunión acudieron varias docenas de partidarios de la restauración en el trono del príncipe Muhammad al-Hassan al-Rida al-Sanusi y la vuelta a la constitución de 1963. 

El príncipe ya mostró en ocasiones anteriores su predisposición para volver a Libia en caso de que la voluntad popular lo demandase.


La opción de la restauración no parece ser la alternativa transversal alrededor de la cual unificar a los libios hoy en día. Si no lograse suscitar un gran consenso se podría convertir en una opción que fragmente aún más el ya caleidoscópico escenario. En marzo de 2018 hay planteadas unas elecciones legislativas que podrían suponer una salida pacífica a la crisis de representación política que vive Libia. Si una alternativa monárquica se llega a presentar a dichas elecciones sería una oportunidad para medir el peso real con el que cuenta la vuelta al poder de la dinastía Sanusi.

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